lunes, 10 de junio de 2013

Jubilación sin crisis

Al hablar de jubilación la entendemos como la “prestación salarial y situación social que conlleva el cese de la etapa laboral” (Buitrago, 2010) y esta se ofrece en base a un criterio conocido como edad cronológica, es decir, según la edad de la persona.
El problema de este criterio radica en asumir que todas las personas de la misma edad poseen las mismas capacidades, habilidades y competencias. Esto por supuesto es falso, de modo que muchos adultos mayores son perfectamente capaces de continuar con sus actividades laborales.

Algunas personas pueden pasar la jubilación como un momento de crisis al afectar directamente su autoestima o su rol social, esto a causa de haber limitado sus intereses únicamente al desarrollo laborar sin pensar en sus actividades culturales, recreativas y personales (Buitrago, 2010).
Una de las metas del adulto mayor es adaptarse al proceso de jubilación y para aligerar lo que puede convertirse en una crisis hay varios cosas que podemos hacer:
  1. Ejercitar todos nuestros intereses independientes al trabajo. Desarrollar actividades de nuestra vida cotidiana que no estén relacionados con nuestra vida laboral nos permite recurrir a ellas incluso en la jubilación.
  2. Checar nuestro estado de salud. La vejez no debe ser vista como sinónimo de enfermedad, sin embargo, es mejor no postergar la visita al médico para una consulta.
  3. Pongamos atención a nuestra situación emocional y psicológica. La mayoría de los criterios relacionados con el envejecimiento exitoso tienen que ver con nuestro aspecto psicológico.
  4. Sigamos aprendiendo nuevas cosas. Nunca es tarde para aprender, el nivel educativo y mantenerse estudiando siempre es un factor que protege contra eldeterioro cognitivo.

Referencias.

Buitrago, F., (2010) Prepararse para la jubilación. Revista Española de Geriatría y Gerontología. 45 (4), 239-240.

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