lunes, 24 de junio de 2013

Mitos y verdades sobre la pérdida de memoria en la vejez

Contrario a la percepción que existe respecto a que todos los aspectos de la memoria sufren estragos durante el proceso de envejecimiento, existe evidencia científica que indica que la única memoria que se ve afectada es la episódica, o sea, la que guarda los recuerdos de eventos o episodios sobre experiencias personales. Otros tipos de memorias continúan intactas o incluso, muestran cierta mejoría.
Además de la memoria episódica, contamos también con la semántica y la procesal o de procedimientos. La memoria semántica abarca información general como idiomas, objetos, lugares, normas sociales, relaciones, hechos y conceptos, entre otros. La de procedimientos es la que nos permite usar destrezas motoras sensoriales como montar en bicicleta y tocar el piano, o aprender y memorizar procedimientos, secuencias y reglas para resolver tareas y rompecabezas y el uso de rapidez y exactitud al identificar una palabra o una figura.
“Cuando las personas de edad mediana o avanzada discuten su estado de salud y bienestar, una de las preocupaciones que más mencionan es la relacionada con los problemas de memoria, inclusive el temor a padecer de la enfermedad de Alzheimer”, señala la profesora Beth A. Ober, del Departamento de Desarrollo Humano y Comunitario de la Universidad de California en Davis, en un artículo titulado Memory, brain and aging: The good, the bad and the promising” (Memoria, el cerebro y el envejecimiento: lo bueno, lo malo y lo prometedor), publicado en la revista científica California Agriculture de la UC.
En este artículo, Ober menciona que aún persisten varios mitos sobre la pérdida de la memoria durante el proceso de envejecimiento.
Uno de ellos es que la habilidad de la memoria se reduce en las personas de edad avanzada a tal punto que afecta de manera significativa sus funciones diarias. La verdad es que un 85 por ciento de los adultos de 65 años o más no muestran una pérdida significativa de la memoria y pueden vivir de manera independiente.
Otro mito es que la enfermedad de Alzheimer es algo inevitable en la vejez. La realidad es que esta enfermedad, que conforma un 50 por ciento de todos los casos de demencia, ocurre sólo en un 0.9 por ciento de las personas de 65 años, en un 4.2 por ciento de las de 75 y en un 14.7 por ciento de las de 85 años de edad.
El siguiente mito, que Ober menciona en su artículo, es que cuando los problemas de memoria ocurren durante el proceso normal de envejecimiento incluyen todos los tipos de memoria. Lo cierto es que sólo un tipo de memoria a largo plazo, conocida como episódica o memoria de eventos, sufre un deterioro significativo durante el envejecimiento normal.
De acuerdo con Ober, los científicos han podido documentar el deterioro de la memoria episódica en los adultos de edad avanzada mediante pruebas de laboratorio. A las personas se les somete a pruebas de reconocimiento en la que tienen que responder si cierto objeto estaba o no incluido en una lista presentada previamente. Los adultos mayores de edad mostraron poco o ningún déficit de memoria en reconocimiento, pero en contraste mostraron un gran déficit en la habilidad de recordar.
 

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