lunes, 10 de junio de 2013

Depresión, vínculos y envejecimiento


La relación que tiene la depresión con el envejecimiento está bastante estereotipada, es muy común pensar que los adultos mayores van a presentar siempre sentimientos de tristeza y añoranza por el pasado. Sin embargo, se puede abordar el tema con un nuevo paradigma: el adulto mayor generalmente es una persona sana y no tiene porque estar deprimida.
Existe la creencia de que si una persona tiene pocos amigos o familiares será más propenso a estar deprimido, esto también es un mito. La cantidad de vínculos no es tan importante como la calidad de los mismos. La calidad de los vínculos para el adulto mayor está dada en base a la existencia apoyo y ayuda; no a una gran cantidad de personas cercanas (Carrasco, Herrera, Fernández y Barros, 2013).
Investigadores en Santiago de Chile se propusieron determinar el efecto que tiene laestructura familiar actual en la aparición de quejas depresivas en adultos mayores de su comunidad, para ello entrevistaron a 394 personas mayores de 60 años que residían en la zona urbana que no presentaban deterioro cognitivo significativo (Carrasco, et al. 2013).
Es importante conocer cualquier causa que propicie la aparición de la depresión, pues como remarcan los autores del estudio, la depresión es un factor limitante para el potencial del adulto mayor, pues se asocia en el deterioro de la calidad de vida, aumento de discapacidad y mayor riesgo de contraer otras enfermedades (Carrasco, et al. 2013).
El estudio demuestra que la edad no está asociada con la depresión, a menos que se conjuguen con otras condiciones tales como: discapacidad, autopercepción de la salud y autoeficacia, pero estos resultados pueden aplicarse solo a personas que experimentan un envejecimiento normal (Carrasco, et al. 2013).
La próxima vez que veamos a un adulto mayor con desánimo o que nosotros mismos presentemos algunos de los síntomas de la enfermedad (por ejemplo, desinterés en realizar actividades que antes disfrutábamos, pensamientos negativos sobre nosotros mismos o sobre el futuro) no se los atribuyamos a la edad, son focos rojos para buscar apoyo y hablar con alguien al respecto.



Referencias.

Carrasco, M., Herrera, S., Fernández, B., y Barros, C., (2013) Impacto del apoyo familiar en la presencia de quejas depresivas en personas mayores de Santiago de Chile. Revista Española de Geriatría y Gerontología. 48 (1), 9-14.

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